Es verdad que hoy día hemos cambiado la forma de relacionarnos con los animales domésticos, y si mi abuelo resucitara y viera como las personas tratan a sus mascotas como sus hijos, creo que pondría el grito en el cielo. Sin embargo no es el tiempo de mi abuelo, para el que sus perros eran su mano derecha para mantener la seguridad en su finca, pues ellos le deban un detallado informe de cuanto ser viviente se aproximara a sus límites, aun que hoy día la relación con nuestras mascotas es muy diferente, porque el mundo ha cambiado, ya no vivimos en fincas, no tenemos 10 hijos, hay tecnología digital que hace que cada día vivamos más encerrados, y más solos. Los jóvenes profesionales con mayor frecuencia no quieren tener hijos, y además ya no vemos a los animales como objetos que poseemos, sino como nuestros pares, seres vivos que merecen un trato igual al que tenemos entre los humanos. Incluso la ley ya los protege y hay cárcel para quien los lastime.
Así que el amor por nuestros peludos ha cambiado, ellos a pesar que durante los últimos 10 mil años nos han acompañado, han evolucionado con nosotros y se han convertido en la mejor creación humana, nunca habían ocupado un sitio tan especial como en este momento de la vida contemporánea.
Pareciera que llevamos estos 10 mil años sin descubrir a nuestro mejor amigo, sin verlo, sin detallarlo, sin preocuparnos por saber de él, de sus necesidades, de sus gustos, de sus problemas, de sus enfermedades, de sus traumas, pareciera que estos años solo nos dedicamos a recibir de ellos su gran fidelidad y amor sin preocuparnos por saber quien era este peludo, esta mascota, este compañero de trabajo que estaba a nuestro lado. Es más los ingleses, Estadounidenses, Franceses, entre otros se dedicaron a modificarlos geneticamente dando como resultado mas de 385 razas de perros, mas de 100 de gatos, entre las mascotas mas reconocidas y manipuladas por el ser humano.
Así que hoy día gracias a la modernidad y al cambio en las relaciones entre humanos, simplemente nos estamos fijando en estos amorosos peludo, y reconocemos su gran fidelidad y amor, y es maravilloso ver como ellos también han cambiado la forma de relacionarse con nosotros, son más cariñosos, espontáneos, algunos tienen unas actitudes muy humanas, y aquí es donde también han empezado a sufrir los mismos problemas de sus pares humanos, sobre todo los problemas mentales, esto ha hecho que la industria de la educación canina y felina especialmente se esté especializando, y cada vez más estamos cuidando más y mejor a nuestros peludos. Por esto es muy injusto el juicio que se hace tan a priori, de que las personas que comparten su vida con sus mascotas los estén humanizando, es un juicio que seguramente sale de personas que no tienen ninguna experiencia en con vivir y amar a un peludo, es triste que muchos profesionales de ciencias veterinarias lancen estos juicios tan fácilmente sin entender la situación actual, sin tener en cuenta que hoy día el problema más grande que tenemos los seres humanos son los mentales, pues las empresas, las familias, los gobiernos, nadie tiene realmente en cuenta la salud mental, no tenemos en cuenta al otro, al que está a mi lado, sus situaciones de dolor de pérdida, de abandono, de falta de cariño, este mundo actual gira alrededor del dinero, de las propiedades, del trabajo, del smartphone, de la moda, del carro, y de alguien muy especial que nos ayuda con nuestra soledad, con nuestra falta de cariño, y ese es nuestro peludo, nuestra mascota, y que rico si lo adoptamos, o si hemos buscado una raza por su habilidad especial para esto o aquello. Hoy día las mascotas nos dan la posibilidad de practicar deportes con ellos, sin juzgarnos, ni criticarnos, es más abusamos de ellos y no se quejan, por esto no podemos lanzar un juicio con tanta facilidad y decir es que estamos humanizando a las mascotas.
Lo que está sucediendo es que como hemos transferido nuestros problemas mentales a los peludos, estamos teniendo problemas con ellos, ansiedad por separación, daños a los muebles, agresividad, miedo extremo, entre otros, pues también poco a poco estamos aprendiendo, y nos estamos educando al respecto, así que cuando vean a alguien que está tratando a su perro, gato, hamster, ratón, hurón, etc, como su hijo humano no lo juzguen piensen que esta mascota está cumpliendo su labor como terapeuta y está ayudando a su amigo a solucionar sus problemas... y muy seguramente con el tiempo y debido al gran amor de este humano se va a dar cuenta que debe aprender a interactuar con su peludo, debe aprender a conocer los requerimientos propios de su especie y se capacitará y mejorá la relación con su mascota, sin embargo lo importante es que así humanicemos al máximo a nuestros peludos, la felicidad que compartimos, ese vínculo maravilloso nos hace feliz a los dos.
